Turismo de Montaña: Una marca país

Las visitas a las termas y a otras zonas volcánicas también puede considerarse como un polo de desarrollo para el turismo de montaña. En este caso, según indica el sitio Chile.travel, existe un registro de 270 fuentes de aguas termales a lo largo del país, en sus 4.000 kilómetros aproximados, de norte a sur. “La ubicación de Chile en el denominado “Cinturón de Fuego del Pacífico”, la extensión de la Cordillera de Los Andes y sus cientos de volcanes, hacen que las aguas termales magmáticas se extiendan por más de 4.000 kilómetros de norte a sur”, detalla el sitio. En dichas zonas, además se puede disfrutar de la belleza escénica que brindan los volcanes y montañas, como también de los lagos cordilleranos. Según datos de la Dirección General de Agua del Ministerio de Obras Públicas, se detalla que existen al menos 375 lagos registrados en todo el territorio nacional, de los cuales, la mayoría tiene acceso señalizado que permite el turismo y la recreación de las personas.

Dentro del turismo de montaña y que requieren mayor experiencia en la utilización de herramientas y equipamiento técnico están el andinismo y sus excursiones por montañas o cordillera de gran altura de las cuales la zona central y sur del país son las principales opciones para estos amantes de la naturaleza. Tanto es así que, según datos de la Federación de Andinismo de Chile existen más de 30 clubes de este deporte aventura oficializados desde el norte y centro del país. Aunque, por su naturaleza, cantidad de población la mayoría de estos clubes se concentran en Santiago y en los alrededores de la Región Metropolitana. Otras actividades del turismo aventura son el trekking y el rafting. El primero es uno de los más codiciados por ser de diferentes niveles y estar al alcance de la mano de los turistas más inexpertos sean nacionales o extranjeros. Es uno de los servicios más comunes en cualquier agencia viajes o turismo registrada en el SERNATUR y permite recorrer diferentes lugares dependiendo de la zona y la disponibilidad.

“La montaña está unida siempre a un valle, son inseparables, por lo que lo hace un lugar muy abundante y rico en recursos. Aquí también, siempre podemos encontrar refugio. Le debemos todo a las montañas. Debemos estar muy agradecidos de tener un país que recorra las montañas en todo su largo, por esto mismo debemos ser muy conscientes con su cuidado y su uso; adaptarnos a sus ciclos, ser respetuosos, amables, conocerlas, saludarlas, nutrirnos de ellas, aprender”, detalla Sole Díaz, esquiadora freeride, en una entrevista al sitio outsidechile.cl al hablar de las condiciones de la montaña y sus potencialidades en medio de la pandemia. Lo mismo para las personas que quieran hacer rafting, donde las condiciones geográficas del país son ideales para su práctica. La cercanía entre la cordillera de Los Andes y el océano Pacífico hacen que los ríos sean cortos y torrentosos, lo que permite de manera natural la práctica de este deporte para los amantes de la adrenalina.

Un proyecto de marca país

Tanto es así, que desde la Región Metropolitana hacia el sur, existen decenas de ríos de fuertes corrientes que hacen aún más exigente este deporte. El río Maipo (RM); Río Claro (Región del Maule), Río, Liucura y Trancura (La Araucanía); el Río Futaleufú (Patagonia chilena) y el Río Baker son algunos de los más atractivos a nivel nacional. Todas estas actividades tienen protocolos de seguridad y cuidado en sus respectivas actividades, además de las sanitarias por lo que son una alternativa para realizarlas durante las vacaciones o en alguna escapada de fin de semana.

A partir de esto, no es extraño encontrar proyectos que busquen impulsar el turismo de montaña como una marca país. Por ejemplo, la Corporación Regional de Santiago, junto con la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), han lanzado un proyecto que, partir del 2020, busca promover a la ciudad de Santiago como “La capital mundial del Turismo de Montaña”. Esta oportunidad se basa en la geografía que aporta la Cordillera de Los Andes y los atractivos turísticos que se pueden potenciar en la Región Metropolitana. El foco del proyecto apunta al desarrollo de las zonas montañosas y precordilleranas de las comunas de San José de Maipo y Lo Barnechea, y también algunos sectores de Las Condes, Peñalolén, La Florida y La Reina. En noviembre pasado, partió la implementación de un plan piloto en la Región Metropolitana, después de un año de trabajo en una hoja de ruta, en la que se establecieron las metas y necesidades para lograr el objetivo: que Santiago sea un polo atractivo para deportes de montaña, con y sin nieve, los 365 días del año. Se eligió a la Región Metropolitana como primer paso, para un posterior plan nacional, ya que cuenta con aeropuerto internacional, buena conectividad y la oferta actual incluye cinco centros de esquí y de montaña, siete parques naturales y el Monumento Natural El Morado. A esto, se suman los puntos de acceso delimitado a más de diez cerros y cuatro observatorios astronómicos turísticos. Además, como lo plantea Alexis Maldonado: “No (se) debe desatender la importancia del turismo de montaña sostenible, como elemento vital del futuro del turismo nacional, toda vez que, tradicionalmente, la cultura chilena se vuelca hacia las montañas: presencia ineludible de la cordillera de los Andes en los paisajes coloniales, los volcanes del sur de Chile con sus apacibles lagos”. La oportunidad según las autoridades, empresarios y expertos está al alcance de la mano para que Chile sea, al menos en el turismo, la copia feliz del Edén.

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