Cabalgata al Cementerio Indígena

Los esperaremos en el casco de la Estancia siendo las 8:50 AM. Ensillaremos los caballos y adaptaremos los aperos a la medida de los jinetes. Luego de probar los pingos y estando todo listo, nos dirigiremos al Potrero de la Alfalfa para observar el lugar mas fértil de la Estancia, gracias al sistema de riego por aspersión instalado hace pocos años. Pronto seguiremos el estero la culebra, arroyo surtidor del sistema de regadío, que nace en nuestras cordilleras. Siguiendo su serpenteante recorrido, este nos llevará hacia el interior de la Estancia. Luego de atravesar los valles del cuadro del consumo, pasaremos por el potrero del corral, lugar donde todos los años se hacen las faenas de señalada y marcación de caballos y vacunos. A través de los pequeños senderos que unen los cuadros, llegaremos al Cementerio “Chenque”, uno de los tantos lugares de reposo eterno del pueblo Tehuelche, dispersos en la Patagonia. Los Tehuelches o Aonikenk fueron los primeros habitantes de la estepa Patagónica y de los cuales existen numerosos vestigios arqueológicos en el sector, tales como pinturas rupestres, boleadoras, traguiles y puntas de flechas, que confirman su pasado lejano por estas tierras. Aquí descansaremos un momento y daremos de beber a nuestros caballos en el estero que está próximo al cementerio, mientras tratamos de imaginar su ancestral presencia. Comienza nuestro retorno, pero esta vez lo haremos por otra interesante ruta. Distante a unos dos Kilómetros del cementerio se encuentra el “Puesto de Don Chindo” uno de los nuestros antiguos puesteros, pasaremos por sus inmediaciones para luego bajar bordeando el estero casa de piedra, arroyo que atraviesa de norte a sur la estancia. Siguiendo su curso, este nos traerá de regreso hasta las proximidades de la Laguna de las yeguas. Una vez estando allí podrás observar y fotografiar la gran variedad de aves silvestres que la habitan, en ellas descubrirás especies tan hermosas como los cisnes de cuello negro, cisnes coscoroba, caiquenes, avutardas y una gran diversidad de patos taguas y otras especies, destacándose entre ellas el flamenco austral. Más tarde subiremos hasta el bosque de las águilas, lugar en donde todos los años varias familias de Águilas Mora ocupan las copas de las Lengas para anidar, cuidar el desarrollo de sus crías y alimentarlas hasta que estas aprenden a volar. Seguiremos subiendo hasta hacer cumbre en el cerro que da vista frente al casco de la estancia, lugar panorámico de bellísimo entorno y desde donde se divisa gran parte de la Estancia Punta del Monte y sus alrededores. De vuelta a casa, el quincho nos espera con un suculento asado al palo, al mejor estilo patagón. El regreso a Coyhaique está programado para las 17:10 horas.